Juguemos en el bosque – Revista Veintitrés.

Juguemos en el bosque

Por Nicolás Russo

Lucio Balduini. El músico vuelve con la misma banda con que grabó en 2012 para ponerle sonido a todo lo imaginable.
Los títulos de las piezas del tercer registro del compositor y guitarrista Lucio Balduini indican el armado de un paisaje con la mayor cantidad de elementos posibles: tierra, una bahía, cascadas, viento, estrellas, fulgores fugaces, piedras lunares y un explorador inquieto que va recorriendo, tema a tema, este bosque brillante.
Con el mismo grupo con el que grabó Viento divino en 2012 –Mariano Sívori en contrabajo, Pipi Piazzolla en batería– y el ingreso de Esteban Sehinkman en Fender Rhodes, Balduini apuesta a ponerle sonido a todo lo imaginable, a lo que se ve, a lo que no, a lo que destella, a lo que se ilumina fugazmente con ese destello.
Y todo lo que suena, en sus manos, tiene la necesidad de ser cantado; ya sea con la guitarra o con los efectos que funcionan como matices, luces y sombras, como un trazo que se difumina para lograr volumen, como puntos ubicados de manera precisa para otorgar perspectiva. La sintonía entre los músicos hace que no sólo lo que tocan –todos juntos, de a uno, de a dos, de a tres– sino los espacios que ofrecen para que suenen los otros sea material precioso para darle, más que formas, sentidos maravillosos al discurso sonoro.
Enlace: http://m.veintitres.com.ar/article/details/150166/juguemos-en-el-bosque
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